La Unidad de la Fé

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste ... Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a
ellos como también a mí me has amado” (Juan 17:21,23).
 Estas palabras de Cristo al Padre fueron expresadas en el huerto de
Getsemaní la noche antes de Su crucifixión, y sin sombra de dudas, el Padre
algún día va hacer realidad esta oración. Jesús un día dijo: “Padre, gracias te doy
por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes...” (Juan 11:41,42). El Padre
siempre oye las peticiones de Su Hijo amado, y esta no será una excepción.
Jesús, en la misma oración, también establece el parámetro en el cual los
creyentes deben estar unidos: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”
(Juan 17:17). Santificados o separados en la verdad para que el mundo pueda
distinguir que la verdad es lo que nos une y nos diferencia del mundo, y cuando
los incrédulos vean esta férrea unidad “creerán que tú me enviaste”. La unidad
del pueblo de Dios en la Palabra es la solución divina para la incredulidad del
mundo. En el milenio, esta unidad llegará a su cenit, y cuando los judíos se
conviertan a Cristo y se unan a la iglesia, esto causará un impacto evangelístico
masivo sin precedentes en la historia de esta tierra; pero no hay para que esperar
llegar hasta el milenio para promover la unidad que Dios quiere ver hoy día en
Su pueblo.
 El apóstol Pablo aboga por la perfección de los “santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a
la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios...” (Efesios 4:12,13).
Pablo también define lo que es unidad:
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros
divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y
en un mismo parecer” (1Corintios 1:10).
 Esta es una perfecta definición de lo que es unidad y nada menos le será
agradable al Señor.