sábado, 31 de agosto de 2013

Estimad@s, Querid@s y muy amad@s herman@s :)

Una vez de reconocer a Cristo, y estar conscientes lo que hizo por nosotros y hacer la voluntad de su Padre que esta a su diestra, por favor... no empecemos a dar "Bibliazos" o el decir que en algo estés mal, solo porque esa persona tiene otras ideas, otra cultura, piense que esta mal ante los ojos de DIOS, o el típico "Ud ira al infierno si sigue haciendo eso" o "Ud debe seguir los pasos de Cristo, y dejarse de tentar por el Diablo" Y yo diria... "¿Acaso tu eres el vocero de DIOS? solo porque dices cosas lindas, tiernas, comentas versículos de la palabra que a veces buscas en Google, o que te gusto para publicarlo, para que otros estén diciéndote que eres un(a) Cristian@ que cumple, y que eres fuerte, pero alguna vez has pensado y/o reflexionado, que no todo en la vida es bello, aun teniendo a Dios, sabemos que DIOS es el centro de TODO! lo que existe, y que Cristo murió por nosotros en la Cruz del Calvario, y derramo su sangre para salvar nuestros pecados, pero vivimos la realidad del mundo, que a hay días en que nos llegan retos, y luego ni consultamos lo que Dios quiere para nosotros, por la situación que estemos pasando en ese momento, sea cual sea, no puedes siempre aparentar estar bien siempre, por eso tenemos el manual (La Biblia) en Salmos 23 que nos dice:
"Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento."


CONCLUSIÓN:
- Si conoces a Jehova, y sabes que su hijo murio en la Cruz por ti, compártelo a toda criatura (sin importar sus gustos, vestimenta etc.) Y no te creas Cristian@ por publicar cosas Bíblicas y que te digan "Bello Herman@" "muy cierto..." etc..
"EN PRIMERA!":
- ÉL es nuestro guia, no nos desviemos por pasiones del mundo, ni por nuestros gustos, porque ÉL es ÉL Dios unico y verdadero! y jamas negar su amor incondicional, asi como ÉL nos amo, debemos amar a otros, sin importar como sean!!
"EN SEGUNDA!":
- Nos dice que "No temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo" Así que no temas si te estas desviando de su Palabra, el estará contigo, y volverás a ver la luz, a pesar que eres una oveja que de repente sales de tu corral.
"EN TERCERA!":
- Por ultimo y no el menos importante: Aprendamos a escuchar a los demás, no porque sepamos de DIOS, nos da el derecho de decir que sabemos mas cosas que los demás, mejor seamos Éticos, y respetar, y como nos dice en el pasaje de "Eclesiastes 3: Todo a su Tiempo" Asi que seamos pacientes, al querer evangelizar, no desesperar por que una persona conozca a Cristo de la noche a la mañana, ni tampoco quitarle sus gustos, porque entraríamos en Legalismo, al no ser que La Palabra nos diga lo contrario, pero mientras no este dentro de La Biblia, nosotros solo debemos mostrarnos llenos del Espíritu Santo con otros, sin divulgar ni menospreciar a la gente.

DIOS LES BENDIGA!!

Usar todo lo que tenemos para ÉL!!!!

Si amas al Señor mas que a ti mismo, debes saber que todo lo que tienes de conocimientos, gustos, habilidades, un Don etc... te los dios ÉL por algo, para ÉL, al final todo es para su Honor y Gloria!! Usemos todo para levantar SU nombre en lo mas altoooooo!!!! y hasta en lo mas bajooooo!!!!



DIOS HA HABLADO POR SU HIJO: "Hebreos 1-14 (RVR1960)"



1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;

3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.

El Hijo, superior a los ángeles



5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy, y otra vez:
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?
6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
7 Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.
8 Mas del Hijo dice:
Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán.
13 Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

jueves, 15 de agosto de 2013

TEMA: Nadie es Perfecto

Empecemos cada día conectando con Dios, luego, conectemos con los demás. No debemos vivir aislados.

Necesitamos tener como propósito en el corazón el entender a aquellos que nos rodean. Nadie es perfecto, incluyéndote a ti, y incluyéndome a mi. Es importante llegar a un acuerdo con alguien cercano acerca de dejar todo a los pies de la cruz para encontrar sanidad a nuestras heridas del pasado.

Al avanzar caminando en unidad don Dios, podemos ser una brisa fresca de inspiración en tierra seca y árida. al conectar nuestras palabras de ánimo con los demás, hacemos nuestra parte para expandir el Reino de Dios en la tierra.

Tomemos el compromiso de tomar un papel positivo, constante y visible en nuestra comunidad,  en cuanto a la unidad y el estar alineada con la Palabra de Dios.


1. Le damos forma


El comportamiento humano es la forma en la que nos conducimos en relación a los demás. Nuestro comportamiento es un reflejo de la forma en la que pensamos, nos sentimos, creemos y lo que sabemos. El entorno al que nos exponemos influye en nuestro comportamiento. Si permanecemos en un entorno en el que reinan los deseos prohibidos, crisis y agitación emocional, nuestro comportamiento será desorganizado, tumultuoso y perturbador.

Recuerda,  es difícil aceptar comportamientos inadecuados delante de Dios como formas de vida en nuestra sociedad el día de hoy. Nuestras inseguridades personales influencian nuestras actitudes y relaciones, mismas que le dan forma a nuestro comportamiento.

 Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a:
Proverbios 6: 16-19
Hay seis, y hasta siete cosas que el Señor detesta con toda el alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, la mente que maquina planes inícuos, los pies que se apresuran a hacer el mal el testigo falso que propaga mentiras y el que siembra discordia entre hermanos.
2. Las miradas


Uno de los comportamientos que se vuelve una plaga en la humanidad de hoy es la mirada de orgullo. Este termino se refiere al espíritu de tener un concepto más alto de si mismo sobre los demás. La arrogancia y vanidad son cualidades comunes de aquellos que son afectados por el espíritu de orgullo. Muchas veces, estas cualidades son usadas como murallas de protección que impiden desarrollar relaciones con los demás, ni una relación profunda con Dios. Ese sentido erróneo de "yo puedo hacerlo solo" es un cimiento engañoso, que puede colapsar fácilmente a la primer señal de crisis.

Recuerda,  la auto importancia que se basa en logros y comportamientos conduce a la arrogancia y el juicio de los demás. Estos comportamientos pueden dirigirnos a la caída.

 Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a:
2 Corintios 10:12
Nosotros no nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con quienes se alaban a sí mismos; cuando ellos se miden con sus propias medidas y se comparan unos con otros, no demuestran buen juicio.

Lucas 18: 9-14
A unos que a sí mismos se consideraban justos y menospreciaban a los demás, Jesús les dijo esta parábola: «Dos hombres fueron al templo a orar: uno de ellos era fariseo, y el otro era cobrador de impuestos. Puesto de pie, el fariseo oraba consigo mismo de esta manera: "Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, injustos y adúlteros. ¡Ni siquiera soy como este cobrador de impuestos! Ayuno dos veces a la semana, y doy la décima parte de todo lo que gano." Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: "Dios mío, ten misericordia de mí, porque soy un pecador." Yo les digo que éste volvió a su casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.»
3.Detén la fuente.


Una mentira es un enunciado falso intencionalmente presentado como verdadero. Su propósito es engañar o dar una impresión falsa. Otra fuente de la caída del hombre es "la lengua mentirosa". El decir una mentira nunca es suficiente. Cada mentira requiere de falsedad adicional para seguir justificando su supervivencia. Pronto, una mentira ha desarrollado su propia vida. El lugar en dónde se corta y se detiene la mentira es en la lengua. Si nos comprometemos a nunca sacar una mentira de nuestra boca, haremos nuestra parte para detener la cosecha de mentiras que puede destruir a la humanidad.

Recuerda, La mentira nace de la semilla del resentimiento, mancha y torna la verdad para cumplir su propio propósito.

Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a:
Santiago 3:1-12
Juan 8:42-44
Malaquí­as 2:10
Hechos 10:9-23

Secret Garden - Moongate


domingo, 11 de agosto de 2013

¿Porque el mundo aborrece a Jesus?

El mundo aborrece a Jesús porque testificó que sus obras son malas y que están bajo el control del príncipe de este mundo


(Juan 7:7)
“No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas”.

Jesús les dice esto a sus hermanos en este pasaje de Juan. Sus hermanos no creían en él, y estas palabras fueron dirigidas por Jesús hacia ellos.
¿Debemos sorprendernos que los incrédulos nos critiquen, insulten, y mientan sobre nosotros? Al contrario, Jesús nos dijo que levantáramos nuestras cabezas y nos sintiéramos privilegiados, porque a él le hicieron lo mismo.
“Gozaos y alegraos porque grande es vuestro galardón en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” (Mateo 5:12).

Todo el que quiera vivir de una forma diferente a como vive el mundo padecerá persecución. Este es también el motivo que desde hace un tiempo muchos quieren hasta negar que Jesús existió. Claro, de esa forma Sus palabras de condena hacia su forma de vida pecaminosa se pueden intentar eliminar para no sentirse culpables. Pero pierden el tiempo, pues las pruebas de la vida, muerte, y resurrección de Jesús son reales e impactantes.
Algunos creyentes no entienden esto. Piensan que nosotros debemos siempre hablar a todos de forma dulce y tolerante e incluso usar de cierta psicología con ellos. Pero esto no es lo que hizo Jesús. Él no endulzaba el pecado sino que lo confrontaba directamente.

Él es nuestro Maestro, y sus discípulos lo imitaron en su forma de vivir y actuar. Esto les costó la vida. Ellos no murieron por ser criminales, ladrones, estafadores, etc. etc., sino por presentar el Evangelio el cual incluye confrontar el pecado de los hombres y advertirles que necesitan arrepentirse. Además las mismas vidas de los seguidores de Jesús testificaban contra los pecadores, pues a ellos nos les gusta estar al lado de los viven rectamente ya que su ejemplo hace resaltar sus pecados y les quita el gozo de pecar.

Por lo tanto repito, el mundo nos aborrecerá por lo mismo que aborreció al Señor Jesucristo: Por testificarles que sus obras son malas. Todo el que no haga esto, no está imitando a su Maestro ni a Sus discípulos.
No podemos ayudar a la gente a ser salvos si no les hacemos ver sus pecados. Y no les podemos hacer ver sus pecados si no los confrontamos con ellos. Esto puede parecer algo duro e incluso intolerante, pero la vida cristiana es intolerante con el pecado. Dios ciertamente es intolerante, pues si no lo fuera no hubiera ofrecido la vida de Su Hijo para rescatarnos de ese cáncer que es el pecado. Cuando lo hizo, es porque no tolera ni un solo pecado.

Cristo es el camino de escapar a la condena del pecado, porque él ya pagó nuestra deuda. Ahora nos ofrece el REGALO de la salvación por medio de la FE EN JESÚS, y en NINGÚN OTRO. No hay otro camino.
Así que, hermanos, no tengamos temor de parecer intolerantes, pues el tolerar el pecado es una ofensa para Dios. Nuestra actitud debe ser firme, aunque al mismo tiempo debe ser comprensiva para con los que desconocen cuál es la voluntad de Dios para sus vidas. Una vez que la conocen y no quieren aceptarla sino que difuminan teorías satánicas, hay que hacer como Jesús hizo, tratarlos como impíos, pecadores, y enemigos. Son peligrosos y vienen con malas intenciones.

No quiero que esto se use como excusa para acusarnos de promover ningún tipo de violencia, pues los cristianos nunca debemos participar en nada que se le parezca. Debemos ser sinceros y proclamar los caminos del Señor tal como están en la Palabra de Dios y siguiendo el ejemplo de Jesús. Llamar al pecado por lo que es, ni más ni menos. Pero el castigo pertenece a Dios, no a nosotros. Solo de esta forma se evitará la confusión sobre doctrinas. No seamos como algunos que se denominan “cristianos” y aceptan todo tipo de vida pecaminosa por no ser intolerantes. Estos no son cristianos, o son cobardes y desobedientes, y solo gente que se quiere cubrir las espaldas y no ama a su prójimo.


¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?

Hay dos claves para conocer la voluntad de Dios en una situación dada (1) Asegurarse que lo que está pidiendo o considerando hacer, no sea algo que la Biblia lo prohíbe. (2) Asegurarse que lo que está pidiendo o considerando hacer, va a glorificar a Dios, y va a ayudarlo a usted a crecer espiritualmente. Si estas dos cosas son ciertas, y Dios todavía no le ha dado lo que le está pidiendo – entonces es probable que no sea la voluntad de Dios que usted obtenga lo que está pidiendo. O tal vez, usted simplemente necesita esperar un poco más de tiempo para recibirlo. Algunas veces, conocer la voluntad de Dios es difícil. La gente quiere que Dios básicamente les diga qué hacer – dónde trabajar, dónde vivir, con quién casarse, etc. Romanos 12:2 nos dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Dios raramente da a la gente esa información directa y específica. Dios nos permite hacer decisiones referentes a aquellas cosas. La única decisión que Dios no quiere que hagamos es pecar o resistirse a Su voluntad. Dios quiere que tomemos decisiones que estén de acuerdo con Su voluntad. De manera que, ¿cómo saber cuál es la voluntad de Dios para usted? Si usted está caminando cerca del Señor, y deseando de verdad Su voluntad para su vida – Dios va a colocar Sus propios deseos en su corazón. La clave es desear la voluntad de Dios, no la suya propia. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4) Si la Biblia no habla en contra de sus peticiones, y si éstas genuinamente pueden beneficiarle espiritualmente – entonces la Biblia le da “permiso” para tomar decisiones y seguir a su corazón.



¿Cuál es el significado de la vida?

¿Cuál es el significado de la vida? ¿Cómo puedo encontrar propósito, realización y satisfacción en la vida? ¿Tendré el potencial para lograr algo de importancia duradera? Mucha gente nunca se ha detenido a considerar cuál es el significado de la vida. Años más tarde, miran hacia atrás y se preguntan por qué sus relaciones se han desmoronado y por qué se sienten tan vacíos, aún cuando pudieron haber conseguido lo que emprendieron. A un jugador de béisbol que figuraba en el paseo de la fama del béisbol se le preguntó, qué le hubiera gustado que le dijeran al principio, cuando empezó a jugar el béisbol. El respondió, “Deseo que alguien me hubiera dicho que cuando alcanzara la cumbre, no encontraría nada ahí”. Muchas metas revelan su vacío solamente después de que se han desperdiciado años en su búsqueda.

En nuestra sociedad humanística, la gente persigue muchos propósitos, pensando que en ellos van a encontrar significado. Algunas de estas búsquedas incluyen: éxito en los negocios, riquezas, buenas relaciones, sexo, entretenimiento, hacer el bien a otros, etc. La gente ha testificado que mientras alcanzan sus metas de riquezas, relaciones y placer, todavía hay un profundo vacío interior – un sentimiento de un vacío que nada lo parece llenar.

El autor del libro bíblico de Eclesiastés expone este sentimiento cuando dice, “¡Vanidad de vanidades! ¡Vanidad de vanidades! ¡Todo es vanidad!”. Este autor tenía riquezas más allá de la medida, sabiduría más que cualquier hombre de su tiempo o del nuestro, mujeres por cientos, palacios y jardines que eran la envidia de los reinos, la mejor comida y el mejor vino, y poseía cada forma de entretenimiento disponible. Hasta cierto punto, dijo que cualquier cosa que deseaba su corazón, él la buscaba. Y todavía, resumía diciendo, “la vida debajo del sol ¡es vanidad!” (La vida es vivida como que está fuera de todo lo que podemos ver con nuestros ojos y experimentar con nuestros sentidos) ¿Por qué hay tal vacío? Porque Dios nos creó para algo más allá de lo que podemos experimentar en el aquí-y-ahora. Salomón dijo de Dios, “El también ha puesto la eternidad en los corazones de los hombres…”. Estamos conscientes de que, en nuestros corazones, este “aquí-y-ahora” no es todo lo que hay.

En Génesis, el primer libro de la Biblia, encontramos que Dios creó a la humanidad a Su imagen (Génesis 1:26). Esto significa que somos más como Dios que como cualquier otro (que cualquier otra forma de vida). También encontramos que antes de que la humanidad cayera en pecado y la maldición cayera sobre la tierra, las siguientes cosas fueron verdad: (1) Dios hizo al hombre una criatura social (Génesis 2:18-25); (2) Dios dio al hombre trabajo (Génesis 2:15); (3) Dios tuvo compañerismo con el hombre (Génesis 3:8): y (4) Dios dio al hombre dominio sobre la tierra (Génesis 1:26). ¿Cuál es la importancia de estos puntos? Yo creo que por cada uno de estos, Dios intentó añadir a nuestro cumplimiento satisfacción en la vida, pero todo esto (especialmente el compañerismo del hombre con Dios) fue perjudicado por la caída del hombre en pecado y la maldición resultante sobre la tierra (Génesis 3).

En Apocalipsis, el último libro de la Biblia, al final de muchos otros eventos del fin de los tiempos, Dios revela que va a destruir esta tierra y cielo presentes como los conocemos, y conducirnos al estado eterno, al crear un nuevo cielo y una nueva tierra. En ese tiempo, El va a restaurar por completo el compañerismo con la humanidad redimida. Algunos van a ser juzgados indignos y arrojados en el Lago de Fuego (Apocalipsis 20:11-15). Y la maldición del pecado será disipada; no habrá más pecado, aflicción, enfermedad, muerte, dolor, etc. (Apocalipsis 21:4). Y los creyentes heredarán todas las cosas; Dios habitará con ellos, y ellos serán Sus hijos (Apocalipsis 21:7). De este modo, llegamos a un círculo completo en el que Dios nos creó para tener compañerismo con El, pero el hombre pecó, rompiendo ese compañerismo; Dios restaura ese compañerismo completamente, en el estado eterno, con aquellos considerados dignos por El. ¡Ahora, ir a través de la vida haciendo nada y todo, solamente para morir separados de Dios por la eternidad, sería peor que vano! Pero Dios ha hecho un camino no solamente para hacer posible la dicha eterna (Lucas 23:43), sino también esta vida satisfactoria y valiosa. Ahora, ¿cómo se obtienen esta dicha eterna y este “cielo sobre la tierra”?

EL SENTIDO DE LA VIDA RESTITUIDO POR JESUCRISTO

Como hicimos alusión arriba, el verdadero significado tanto ahora como en la eternidad, se encuentra en que uno restaure la relación con Dios que fue perdida en el tiempo de la caída por el pecado de Adán y Eva. Hoy, esa relación con Dios es solamente posible a través de Su Hijo, Jesucristo (Hechos 4:12; Juan14:6; Juan 1:12). La vida eterna se gana cuando uno se arrepiente de sus pecados (ya no quiere continuar en esto, sino que quiere que Cristo lo cambie y lo haga una nueva persona) y comienza a confiar en Jesucristo como Salvador (vea la pregunta “¿Cuál es el plan de salvación?” para obtener mayor información en este tan importante asunto).

Ahora, el verdadero significado de la vida no se encuentra solamente en tener a Jesús como Salvador (maravilloso como es eso). Mas bien, el verdadero significado de la vida se encuentra cuando uno comienza a seguir a Cristo como Su discípulo, aprendiendo de Él, pasando tiempo con Él en Su Palabra, la Biblia, comunicándose con Él en oración, y caminando con Él en obediencia a Sus mandatos. Si usted es un no creyente (o tal vez un nuevo Creyente) es probable que esté diciéndose, “¡Eso no suena muy emocionante o satisfactorio para mí!” Pero, por favor lea solamente un poquito más. Jesús hizo las siguientes declaraciones:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan10:10b). “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mateo 16:24-25). “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4).

Todo lo que estos versículos están diciendo es que nosotros tenemos una elección. Podemos continuar buscando guiar nuestras propias vidas (con el resultado de llevar una vida vacía) o podemos escoger seguir a Dios y Su voluntad para nuestras vidas con todo nuestro corazón (lo cual resultará en tener una vida vivida por completo, teniendo satisfechos los deseos del corazón, y encontrando contentamiento y satisfacción). Esto es así porque nuestro Creador nos ama y desea lo mejor para nosotros (no necesariamente la vida más fácil, sino la mayor satisfacción).

Al cerrar, quiero compartir una analogía tomada de un pastor amigo. Si usted es un aficionado a los deportes y decide asistir a un juego profesional, puede aflojar unos pocos dólares y obtener un asiento “alejado de la acción” en las filas superiores del estadio, o puede soltar unos pocos cientos de dólares y estar muy cerca de la acción. En la vida Cristiana también es así. Observar la obra de Dios de PRIMERA MANO no es para los cristianos domingueros. Ellos no han pagado el precio. Observar la obra de Dios de PRIMERA MANO es para los discípulos de Cristo incondicionales, quienes verdaderamente han dejado sus propios deseos, de manera que pueden seguir los propósitos de Dios en la vida. ¡Ellos han pagado el precio (una completa rendición a Cristo y a Su voluntad); ellos están experimentando la vida a plenitud, y pueden encararse a ellos mismos, y a su Hacedor sin lamentarse! ¿Ha pagado el precio? ¿Está dispuesto a hacerlo? Si es así, usted no va a anhelar sentido o propósito para su vida nuevamente.



"¿Qué es el Cristianismo y qué creen los Cristianos?"

1ª Corintios 15:1-4 dice, “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.”

En pocas palabras, esa es la creencia del Cristianismo. El Cristianismo es único entre todas las otras expresiones de fe, porque el Cristianismo trata más acerca de una relación, que de una práctica religiosa. En lugar de adherirse a una lista de lo que “debe y lo que no debe hacerse”, la meta de un Cristiano es cultivar un caminar cercano con Dios el Padre. Esa relación se ha hecho posible por la obra de Jesucristo, y el ministerio en la vida del Cristiano por el Espíritu Santo.

Los Cristianos creen que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada, infalible, y que su enseñanza es la autoridad final (2ª Timoteo 3:16, 2ª Pedro 1:20-21). Los cristianos creen en un Dios que existe en tres personas, el Padre, el Hijo (Jesucristo), y el Espíritu Santo.

Los Cristianos creen que la humanidad fue creada específicamente para tener una relación con Dios, pero que el pecado separa de Dios a todo hombre (Romanos 5:12, Romanos 3:23). El Cristianismo enseña que Jesucristo caminó por esta tierra, completamente Dios y hombre (Filipenses 2:6-11), y murió sobre la cruz. Los Cristianos creen que después de Su muerte en la cruz, Cristo fue enterrado, resucitó, y ahora vive a la diestra del Padre, intercediendo por los creyentes para siempre (Hebreos 7:25). El Cristianismo proclama que la muerte de Jesús en la cruz fue suficiente para pagar completamente la deuda del pecado que tenían todos los hombres, y esto es lo que restaura la relación rota entre Dios y el hombre (Hebreos 9:11-14, Hebreos 10:10, Romanos 6:23, Romanos 5:8).

A fin de ser salvo, uno simplemente debe poner enteramente su fe en la obra completa de Cristo en la cruz. Si alguien cree que Cristo murió en su lugar, pagó el precio de sus pecados, y resucitó, entonces la persona es salva. No hay nada que alguien pueda hacer para ganar la salvación. Nadie puede ser “lo suficientemente bueno” para agradar a Dios por sí mismo, porque todos somos pecadores (Isaías 64:6-7, Isaías 53:6). En segundo lugar, no hay nada más que se deba hacer, porque ¡Cristo ha hecho toda la obra! Cuando estuvo en la cruz, Jesús dijo “Consumado es” (Juan 19:30).

Como no hay nada que uno pueda hacer para ganar la salvación, una vez que ha puesto su confianza en la obra de Cristo en la cruz, tampoco hay nada que pueda hacer para perder su salvación. Recuerde, ¡la obra fue hecha y completada por Cristo! ¡Nada acerca de la salvación depende del que la recibe! Juan 10:27-29 declara “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni ningún (hombre) las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio (a ellas), es mayor que todos, y ningún (hombre) las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”

Algunos pueden pensar, “¡Esto es grandioso – una vez que soy salvo, simplemente puedo hacer lo que me agrada, y no pierdo mi salvación!” Pero la salvación no se trata de ser libre a fin de hacer lo que a uno le agrada. La Salvación es liberarse de tener que servir a la vieja naturaleza pecaminosa, y ser liberado para ejercer una correcta relación con Dios. Mientras los creyentes vivan en esta tierra en sus cuerpos pecaminosos, habrá una lucha constante de sucumbir al pecado. Vivir en pecado dificulta la relación que Dios busca tener con la humanidad, y mientras uno viva en pecado como un creyente, no va a disfrutar de la relación que Dios intenta tener con el. Sin embargo, los Cristianos pueden tener victoria sobre la lucha con el pecado al estudiar y aplicar la Palabra de Dios (la Biblia) en sus vidas, y ser controlados por el Espíritu Santo – que es, someterse a la influencia del Espíritu, con éste a la cabeza en cualquier circunstancia, y obedecer la Palabra de Dios a través del Espíritu.

De manera que, mientras muchos sistemas religiosos requieren que una persona haga o no ciertas cosas, el Cristianismo se trata de tener una relación con Dios. El Cristianismo se trata de creer que Cristo murió en la cruz como pago por pecado, y que también resucitó. La deuda de su pecado ha sido pagada y puede tener compañerismo con Dios. Usted puede tener victoria sobre su naturaleza pecaminosa y caminar en compañerismo y obediencia con Dios. Ese es el verdadero Cristianismo bíblico.



¿Es realmente la Biblia la Palabra de Dios?

Nuestra respuesta a esta pregunta no solamente determina cómo consideramos a la Biblia y su importancia en nuestras vidas, sino que también ésta, a la larga, va a tener un impacto eterno sobre nosotros. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces nosotros deberíamos apreciarla, estudiarla, obedecerla y finalmente confiar en ella. Si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces, rechazarla es rechazar a Dios mismo.

El hecho de que Dios nos dio la Biblia, es una evidencia e ilustración de Su amor por nosotros. El término “revelación” simplemente significa que Dios comunicó a la humanidad cómo es El y cómo podemos tener una correcta relación con El. Estas son cosas que no podríamos haber conocido si Dios divinamente, no nos lo hubiera revelado por medio de la Biblia. Aunque la revelación de Dios mismo en la Biblia fue dada progresivamente por sobre los 1500 años aproximadamente, siempre ha contenido cualquier cosa que el hombre ha necesitado para conocer acerca de Dios, a fin de tener una correcta relación con El. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces esta es la última autoridad para todos los asuntos de fe, práctica religiosa y moral.

La pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y no solamente un buen libro? ¿Qué es excepcional acerca de la Biblia que se destaca de todos los otros libros religiosos alguna vez escritos? ¿Hay alguna evidencia de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? Este es el tipo de preguntas que deben ser consideradas si vamos a examinar seriamente la demanda bíblica de que la Biblia es la Palabra misma de Dios, divinamente inspirada, y totalmente suficiente para todos estos asuntos de fe y práctica.

No puede haber duda acerca del hecho de que la Biblia demanda ser la Palabra misma de Dios. Esto se lo ve claramente en versículos como 2ª de Timoteo 3:15-17, el cual dice, “…y que desde las niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

A fin de contestar estas preguntas, debemos mirar tanto a las evidencias internas, como a las externas, que muestran que la Biblia en realidad es la Palabra de Dios. Las evidencias internas son aquellas cosas internas de la Biblia misma, que testifican de su origen divino. Una de las primeras evidencias internas, de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, se la ve en su unidad. Aún cuando en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres diferentes idiomas, en un período aproximado de sobre los 1,500 años, por más de 40 autores (que vinieron de muchos caminos diversos), la Biblia permanece como un libro unificado de principio a fin, sin contradicción. Esta unidad es única a diferencia de los otros libros, y es una evidencia del origen divino de las palabras, mientras Dios movió a los hombres de tal manera, que registraron Sus palabras mismas.

Otra de las evidencias internas que indican que la Biblia es realmente la Palabra de Dios se la ve en las profecías detalladas, contenidas en el interior de sus páginas. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas, referentes al futuro de naciones particulares incluyendo Israel, al futuro de ciertas ciudades, al futuro de la humanidad, y a la venida de Uno que sería el Mesías, el Salvador de no solamente Israel, sino de todo el que creyera en El. A diferencia de las profecías encontradas en otros libros religiosos o aquellas dadas por Nostradamus, las profecías bíblicas son extremadamente detalladas y nunca han dejado de hacerse realidad. Sólo en el Antiguo Testamento, hay sobre trescientas profecías referentes a Jesucristo. No solamente que fue profetizado dónde nacería y de qué familia vendría, sino también cómo moriría y que resucitaría al tercer día. Simplemente no hay un camino lógico para explicar las profecías cumplidas en la Biblia sino por origen divino. No hay otro libro religioso con el alcance o tipo de profecía de predicción que tiene la Biblia.

Una tercera evidencia interna del origen divino de la Biblia se ve en su autoridad y poder únicos. Mientras esta evidencia es más subjetiva que las dos primeras evidencias internas, ésta no es un testimonio menos poderoso del origen divino de la Biblia. A diferencia de cualquier otro libro alguna vez escrito, la Biblia tiene una autoridad única. Esta autoridad y poder son mejor vistos de manera que innumerables vidas han sido transformadas al leer la Biblia. Los adictos a las drogas han sido curados gracias a ella, homosexuales han sido liberados por ella, abandonados y haraganes han sido transformados por ella, criminales empedernidos, reformados por ella, pecadores son reprendidos por ella, y el odio se ha convertido en amor al leerla. La Biblia posee un poder dinámico y transformador que es posible solamente a causa de la verdadera Palabra de Dios.

Además de la evidencia interna de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, también hay evidencias externas que indican que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios. Una de aquellas evidencias es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla eventos históricos, su veracidad y precisión son sujetos de verificación como cualquier otra documentación histórica. A través de evidencias arqueológicas y otros documentos escritos, las descripciones históricas de la Biblia han sido probadas una y otra vez, para que sea exacta y verdadera. De hecho, toda la evidencia arqueológica y manuscrita que apoyan a la Biblia, hacen de ésta el mejor libro documentado del mundo antiguo. El hecho de que la Biblia registra con exactitud y verdad eventos históricamente verificables, es una gran indicación de su veracidad al tratar con temas religiosos y doctrinas, y ayuda a corroborar su demanda de que ésta es, la Palabra de Dios misma.

Otra evidencia externa de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios es la integridad de los autores humanos. Como mencioné antes, Dios usó al hombre desde muchos caminos diversos para registrar Sus Palabras para nosotros. Al estudiar las vidas de estos hombres, no hay una buena razón para creer que ellos no fueron hombres honestos y sinceros. Al examinar sus vidas y el hecho de que estuvieron dispuestos a morir (a menudo muertes atroces) por lo que creían, rápidamente se vuelve claro que estos hombres ordinarios, no obstante honestos, realmente creyeron que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos otros cientos de creyentes (1ª Corintios 15:6) conocían la verdad de su mensaje porque habían visto y pasado tiempo con Jesucristo luego de que resucitó de los muertos. La transformación de ver al Cristo resucitado tuvo un impacto tremendo sobre estos hombres. Ellos pasaron de esconderse por el temor, a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y muertes testifican el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.

Una evidencia externa final de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios es la indestructibilidad de la Biblia. A causa de su importancia y su demanda de ser la Palabra misma de Dios, la Biblia ha sufrido más ataques agresivos e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los Emperadores Romanos de la antigüedad como Diocleciano, a través de los dictadores comunistas y los ateos y agnósticos de los días modernos, la Biblia ha resistido y sobrevivido a todos sus agresores, y todavía es el libro más ampliamente publicado en el mundo hoy.

A través del tiempo, los escépticos han considerado a la Biblia como mitológica, pero la arqueología la ha establecido como histórica. Los oponentes han atacado su enseñanza como primitiva y anticuada, pero sus conceptos morales y legales, y enseñanzas, han tenido una influencia positiva en sociedades y culturas en todo el mundo. Continúa siendo atacada por la ciencia, la psicología y los movimientos políticos, no obstante permanece tan veraz y relevante hoy, al igual que desde cuando fue escrita. Este es un libro que ha transformado innumerables vidas y culturas a través de los últimos dos mil años. Por mucho que sus oponentes traten de atacar, destruir o desacreditarla, la Biblia permanece tan fuerte, tan real, y tan relevante como lo fue antes, aún después de los ataques. La precisión con la que ha sido preservada a pesar de cada intento de alterarla, atacarla o destruirla, es un claro testimonio del hecho de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios. No debería sorprendernos que por muy atacada que sea la Biblia, ésta siempre aparece igual y ha salido ilesa. Después de todo, Jesús dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Marcos 13:31). Después de mirar la evidencia, uno puede decir sin duda que “Sí, la Biblia es realmente la Palabra de Dios.”


¿Existe Dios? ¿Hay evidencia de su existencia?

¿Existe Dios? Encuentro interesante que se de tanta atención a este debate. Las últimas encuestas nos dicen que sobre el 90% de la gente en el mundo de hoy, cree en la existencia de Dios o en algún poder más alto. Sin embargo, de algún modo, la responsabilidad se coloca sobre aquellos quienes creen que Dios existe, para de alguna manera probar que El en realidad existe. Yo personalmente pienso que la responsabilidad está sobre los que no creen.

Sin embargo, la existencia de Dios no puede ser probada o desmentida. Aún la Biblia dice que deberíamos aceptar por fe, el hecho de que Dios existe, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Si Dios lo deseara así, simplemente podría aparecer, y probar a todo el mundo que El existe. Pero si lo hiciera, no habría necesidad de fe. “Jesús le dijo: porque me has visto, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).

Sin embargo, eso no significa que no hay evidencia de la existencia de Dios. La Biblia declara, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmos 19:1-4). Al mirar las estrellas, al entender la inmensidad del universo, al observar las maravillas de la naturaleza, al ver la belleza de la puesta del sol – vemos que todas ellas apuntan hacia un Creador, Dios. Si esto no fuera suficiente, también hay evidencia de Dios en nuestros propios corazones. Eclesiastés 3:11 nos dice, “…y ha puesto eternidad en el corazón de los hombres…” Hay algo en lo profundo de nuestro ser, que reconoce que hay algo más allá de esta vida y alguien más allá de este mundo.

Intelectualmente podemos negar este conocimiento, pero la presencia de Dios en nosotros y a través de nosotros, todavía está ahí. A pesar de todo esto, la Biblia nos advierte que todavía hay algunos que niegan la existencia de Dios, “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmos 14:1). Debido a que sobre el 98% de la gente a través de la historia, en todas las culturas, en todas las civilizaciones, en todos los continentes, creen en la existencia de algún tipo de Dios – debe haber algo (o alguien) que causa esta creencia.

Además de los argumentos bíblicos para la existencia de Dios, hay argumentos lógicos. Primero, tenemos el argumento ontológico. La forma más popular del argumento ontológico, usa básicamente el concepto de Dios para probar Su existencia. Este comienza con la definición de Dios como “Ese del cual no puede ser concebido uno más grande”. Entonces se sostiene que existir es mayor que no existir, y por tanto el mayor ser concebible debe existir. Si Dios no existió, entonces Dios no sería el mayor ser concebible – pero eso iría a contradecir la definición misma de Dios. El segundo es el argumento teológico. El argumento teológico dice que desde que el universo despliega tal maravilloso diseño, debe haber habido un diseñador Divino. Por ejemplo, aún si la tierra estuviera unos pocos cientos de millas más cerca o más lejos del sol, no sería capaz de mantener mucha de la vida que en la actualidad lo hace. Si los elementos en nuestra atmósfera fueran diferentes aún en un pequeño porcentaje, cada cosa viviente sobre la tierra moriría. Las probabilidades de una simple molécula de proteína formada por casualidad es 1 en 10 elevado a la potencia 243 (es decir, 10 seguido de 243 ceros). Una simple célula consta de millones de moléculas de proteína.

Un tercer argumento lógico para la existencia de Dios es el denominado argumento cosmológico. Cada efecto debe tener una causa. Este universo y todo lo que en el hay es un efecto. Debe haber algo que causó que todo existiera. A la larga, debe haber algo “sin-razón” a fin de provocar que todo lo demás exista. Esa “sin-razón” es Dios. Un cuarto argumento es conocido como el argumento moral. Cada cultura a través de la historia ha tenido alguna forma de ley. Todos tienen un sentido de lo correcto y lo erróneo. El asesinato, la mentira, el robo, y la inmoralidad son rechazados casi universalmente. ¿De dónde vino ese sentido de lo correcto y lo erróneo, sino de un Dios santo?

A pesar de todo esto, la Biblia nos dice que la gente va a rechazar el conocimiento claro e innegable de Dios, y en lugar de ello, creer una mentira. Romanos 1:25 declara, “Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” La Biblia también proclama que la gente no tiene excusa para no creer en Dios, “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).

La gente demanda no creer en Dios porque “no es científico” o “porque no hay pruebas”. La razón verdadera es que una vez que la gente admite que hay un Dios, también deben darse cuenta de que son responsables hacia Dios y que están necesitados de Su perdón (Romanos 3:23; 8:23). Si Dios existe, entonces somos responsables por nuestras acciones hacia El. Si Dios no existe, entonces podemos hacer lo que queramos sin tener que preocuparnos porque Dios nos juzgue. Creo que esa es la razón por la que muchos en esta sociedad, están tan fuertemente aferrados a la evolución – para dar a la gente una alternativa de creer en un Dios Creador. Dios existe y a la larga todo el mundo sabe que El existe. El hecho mismo de que algunos intenten tan agresivamente refutar Su existencia es de hecho un argumento para Su existencia.

Permítame dar un último argumento para la existencia de Dios. ¿Cómo sé que existe Dios? Yo sé que Dios existe porque hablo con El todos los días. No lo escucho hablándome con voz audible, pero siento Su presencia, siento Su guía, conozco Su amor, deseo Su gracia. Han ocurrido cosas en mi vida que no tienen otra explicación posible sino Dios. Dios me ha salvado tan milagrosamente y ha cambiado mi vida que no puedo sino reconocer y alabar Su existencia. Ninguno de estos argumentos en sí, pueden persuadir a alguien que rehúsa reconocer lo que es tan claro. Al final, la existencia de Dios debe ser aceptada por fe (Hebreos 11:6). La fe en Dios no es un salto ciego a la oscuridad, este es un paso seguro a una habitación bien iluminada en donde ya se encuentra el 90% de la gente.





¿Que dice la Biblia acerca del Legalismo?


La palabra “legalismo” no se encuentra en la Biblia. Es un término que usan los cristianos evangélicos para describir una posición doctrinal enfatizando un sistema de reglas y reglamentos, para alcanzar tanto la salvación como el crecimiento espiritual. Los legalistas creen que es necesaria la estricta adherencia literal a esas reglas y reglamentos. Doctrinalmente, es una posición esencialmente opuesta a la gracia. Aquellos que sostienen una postura legalista, pueden fallar aún en ver el propósito real de la ley, especialmente el propósito de la Ley de Moisés en el Antiguo Testamento, el cual es el ser nuestro “ayo” o “tutor” para traernos a Cristo. (Gálatas 3:24).

Respecto a nuestra disposición, el legalismo es lo opuesto a ser compasivo, y así, aún los creyentes pueden ser legalistas. En vez de eso, somos enseñados a ser misericordiosos unos con otros. “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.” (Romanos 14:1). Tristemente, existen aquellos que se sienten tan seguros acerca de su posición escatológica, que te excluirán de su círculo, antes de permitirte que expreses otra opinión. Eso, también, es legalismo. Muchos creyentes legalistas de hoy cometen el error de demandar solidaridad incondicional a sus propias interpretaciones bíblicas, y aún a sus propias tradiciones. Por ejemplo, hay aquellos que sienten que para ser espirituales, uno simplemente debe evitar el tabaco, las bebidas alcohólicas, los bailes y el cine, etc. La verdad es que el evitar esas cosas no es ninguna garantía de espiritualidad.

Para evitar caer en la trampa del legalismo, podemos comenzar por asirnos firmemente a las palabras del apóstol Juan, “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo…” (Juan 1:7), y recordar el ser misericordiosos, especialmente hacia nuestros hermanos y hermanas en Cristo. “¿Tú, quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.” (Romanos 14:4). “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.” (Romanos 14:10).

Aquí es necesaria una palabra de precaución. Mientras que necesitamos ser misericordiosos unos con otros y tolerantes sobre desacuerdos y asuntos disputables, no podemos aceptar la herejía. Somos exhortados a contender por la fe que una vez nos fue confiada a los santos (Judas 1:3). Si recordamos estos lineamientos y los aplicamos en amor y misericordia, no caeremos ni en el legalismo ni en la herejía. “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced e Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene y que ahora ya está en el mundo.” (1 Juan 4:1-3).



jueves, 8 de agosto de 2013

8Dawn Music - Blades Of Destiny


8Dawn Music - Facing His Destiny


8dawn Music - The Eternal Guardians


8dawn Music - Just Imagine


KPM Music - Heroes of War


KPM Music - The Prodigal Returns


KPM Music - Search For Freedom


1 Hour of Epic Music | 34 Tracks!


TEMA: ¿Porque dejamos de congregarnos?

  • Descuidamos nuestra vida espiritual: Posiblemente hemos enfocado nuestro esfuerzo en las actividades que la iglesia realiza, pero hemos hecho a un lado el uso de las diferentes disciplinas espirituales: orar, ayunar, leer la biblia. Cuando la palabra de Dios pierde importancia en nuestras vidas, perdemos interés en reunirnos con los santos.
  • Tenemos pecados ocultos: Orgullo de pedir perdón o perdonar, resentimiento por algo que hicieron o dejaron de hacer, desilusión frente a algo que creíamos tener. Lo cierto es que cualquiera que sea el sentimiento, es un corazón endurecido por el engaño del pecado, es un corazón dado a la rebelión. Cuando encontramos placer en el pecado, el cristiano extraviado pierde interés en las cosas espirituales como la verdad, la adoración, y congregarse con los santos.
  • No hemos aprendido a esperar: Habíamos estado por años orando a Dios por algo específico y según nosotros le vemos obrar en la vida de todos menos en la nuestra. Dios ha callado a nuestra necesidad y ha guardado silencio a nuestro padecimiento. Para muchos el costo puede ser muy caro.  Pagar este precio puede ser espiritualmente desanimante, así que en lugar de desarrollar paciencia, nos apartamos de Dios. Cuando uno deja de congregarse a causa de la falta de paciencia, esto aún es pecado.
Cuanto más tiempo permanecemos fuera de la iglesia, más fácil nos resulta acostumbrarnos a vivir lejos. La realidad es que el viaje de regreso a la casa de Dios se vuelve  largo y difícil. Muchas veces es hasta después de examinar nuestras vidas en un momento muy oscuro y solitario que tomamos la decisión de retornar.
Incluso entonces, el impulso de retirarse puede ser fuerte. Podemos llegar a pensar que no encajamos, que nadie nos entiende y que posiblemente algunos nos juzgan. Es casi seguro que no hay ni uno que no ha llegado peligrosamente cerca de caer fuera de la iglesia o llegar a hacerlo.
 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir…” San Juan 10:10 (RVR)
¿Entendemos realmente eso? ¿Somos conscientes de que la existencia de Satanás es destruir nuestra esperanza? Para matar la confianza, para robar nuestra comunión.
Nada le gustaría más que convencernos de que no necesitamos la iglesia y que podemos perfectamente vivir fuera de ella, sin embargo, Dios nos exhorta.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”  Hebreos 10:24,25 (RVR).
Tenemos que buscar la manera de motivarnos y motivar a otros en Cristo a no evitar la iglesia. ¿Por qué? ¿No podemos amar a Dios si no asistimos a la iglesia? ¿La asistencia a la iglesia de alguna manera nos hace más salvos? Por supuesto que no. Sabemos que la gracia de Dios por medio de la sangre de Jesús nos salva. Pero si no nos reunimos, ¿cómo nos edificamos, alentamos y desafiamos nuestro corazón a creer? ¿Cómo nos mantenemos en pie?
El encuentro organizado en conjunto del pueblo de Dios es su diseño para nuestro crecimiento espiritual. Lo necesitamos.
Con montones de adolescentes que caen fuera de la iglesia, los padres solteros que quedan siendo uno de los más grandes grupos de personas que no tienen iglesia, y miles de personas que afirman no tener religión en absoluto, es crucial que el cuerpo de Cristo permanezca conectado a la casa y se convierta en un apasionado de conseguir que los demás lo estén.
La asistencia a la iglesia no te salva. Pero la vida cristiana se encuentra en la casa de Dios. Es el lugar donde se encuentra el estímulo, se forman amistades y las vidas son desafiadas.


TEMA: El Evangelio de la Salvación

Dios te Ama
El creador de los cielos siente un profundo amor por ti
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores. Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8)

Tu Pecado te separa de Dios
Nacemos en este mundo de pecado. Esa es la condición que te separa de Dios el cual es Santo y Perfecto
Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. (Romanos 3:23)
Jesucristo Pago en la cruz por todos tus pecados

Jesucristo murió por ti para que no experimentes la separación eterna de Dios
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (Isaías 53:6)

Todos hemos pecado
Quizá tu digas yo soy bueno, no le hago mal a nadie, ayudo a los necesitados. Yo siempre hago cosas buenas. Eso esta muy bien pero tus obras no te salvaran. Nada de lo que hagas o dejes de hacer puede limpiarte de tus pecados.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9)
Confesando a Jesucristo como tu Salvador
Dios te invita a que recibas a Jesucristo como tu salvador para tener perdón de pecados y vida eterna
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4:12)

Toma La Decisión Hoy
¿Quieres estar seguro de tu entrada al cielo?
Que si confesáis con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:9-10)

TEMA: ¿Que dice la Biblia sobre la Verdadera Amistad?


La verdad, «más valen dos que uno», porque sacan más provecho de lo que hacen. Además, si uno de ellos se tropieza, el otro puede levantarlo. Pero ¡pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse! (Eclesiastés 4:9-10)
Se define “Amistad” como el afecto personal, sin mancha y desinteresado hacia una persona que nace, se fortalece y se mantiene fuerte con el trato frecuente.
Amigo es aquel que ofrece su amistad, me explico, amigo es aquel que demuestra con hechos cuanto realmente ama y le importa una persona. Pero, hoy en día se le da un mal uso a este termino, dándole un grado de menor importancia o tomándolo a la ligera.
Un ejemplo claro es el “Facebook”, viene una persona y te manda una solicitud de amistad, la cual tu la “aceptas” y ya rápidamente eres declarado “su amigo”, cuando en realidad ni la conoces mucho, o incluso pueda ser que nunca llegas a interactuar con ella, pero aún así sigues siendo su“amigo” en la mente.
También puede que conozcas a alguien pero si no lo tienes agregado en tu perfil, no es tu amigo de verdad. En ocasiones pasa que te peleas o te enojas con tu amigo, y ya con borrarlo de la red social das a simbolizar que “Ya no son nada”. Este tipo de pensamientos son muy reales actualmente.
Ahora bien pongámonos desde la perspectiva personal, existen personas que al principio se conocen, se llevan muy bien y al cabo de 2 semanas o menos, tal vez porque tienen algo en común o porque uno le dio algún consejo bueno al otro ya se dicen “TKM”, “Te amo”,“Eres mi mejor amigo” etc. Pero al mes se terminan olvidando el uno del otro. (Esto muchas veces pasa).
Pensemos.. eso será una amistad real? Y si es así, será como Dios la describe en la Biblia?Analicemos algunos puntos sobre la amistad verdadera:

1. Amistad= Amor:

Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo. (Mateo 22:39)
La base con la cual se fundamenta la amistad es el amor, sino se quiere a la persona de corazón, como se quiere a si mismo, no será una amistad verdadera. Si amamos a Dios, con ese amor que él nos ha dado debemos querer a nuestros amigos.

2. La Amistad no se dice, se demuestra:

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano. (Proverbios 18:24)
Como lo mencionaba anteriormente, muchas personas hoy en día dicen llamarse “amigos” pero solo de titulo.
La verdadera amistad se demuestra con hechos. Entre mas amor demos, mas unidos seremos con nuestros amigos.

3. La Amistad es estar en las buenas y en las malas:

En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.(Proverbios 17:17)
Tenemos que ser amigos en todo tiempo. La verdadera amistad se prueba ante las dificultades y los problemas. Son amigos fieles aquellos que permanecen antes, durante y después de las tribulaciones.

4. La Amistad es actuar y hablar con la verdad:

Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. (Proverbios 27:6)
Los verdaderos amigos son transparentes y siempre nos dirán la verdad, haciéndonos ver nuestras fallas con amor o amonestándonos cuando actuamos mal aunque nos duela, pero todo será para nuestro bien.

5. La Amistad es querer a alguien imperfecto:

No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo! (Romanos 3:12b)
El punto es, que debido a que todos somos pecadores, todos le vamos a fallar a Dios y a las personas. Por eso debemos de grabarnos en la mente “La Gracia de Dios”, que es amar a alguien sin merecerlo.. Así como Dios nos amó de manera inmerecida en la cruz a pesar de ser malas personas, debemos amar a nuestros amigos y enemigos por igual.

6. La Amistad no es para siempre, Dios si:

Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas.
Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida. (Lucas 14:6)
Los amigos no son eternos en esta vida, ya que a medida pasa el tiempo muchos de ellos se apartan de nuestro camino, por eso Dios nos pide que lo amemos más a él que a las personas, pues aunque pasen los años El siempre será nuestro amigo fiel.

CONCLUSION:

Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos. (Juan 15:13)
No hay mejor modelo de amistad que Cristo. Él amaba a los pecadores, le decía la verdad a los que estaban equivocados, le demostraba a la gente con su servicio cuanto realmente les importaba y a pesar de que sabia que lo iban a despreciar los amo hasta el fin.
Jesús fue traicionado por Judas que era uno de sus mejores amigos, fue negado también por su amigo Pedro 3 veces mientras era castigado y durante su crucifixión casi todos sus discípulos lo abandonaron, a pesar de todo él siempre creyó en ellos, amándolos grandemente. ¿Que ejemplo de amistad no crees?
Para finalizar podemos definir que la  “Amistad” según la Biblia es la demostración de un amor transparente en todo tiempo a través de hechos hacía alguien imperfecto, que se alimenta de mantenimiento por medio de los principios bíblicos.

Reto: Los verdaderos amigos son los que aman a Cristo. Ama a tus amigos de la misma forma que Cristo te ama a ti.