lunes, 2 de septiembre de 2013

¡No juzgar! ¿Porque con que autoridad lo hacemos?


Esta es la realidad de muchos "Cristianos" que señalan y señalan al primero que vean que este vestido de otra manera a la que esta uno acostumbrado,
y empieza el juicio propio. ¿Quienes somos para juzgar? ¿quien somos para saber quien sera salvo o no? o ¿que aspecto debe tener uno, para ser un Cristiano? o ¿Que gustos pueda tener?

Hay muchos que sin conocer lo que la Biblia enseña sobre el juzgar a otros, cita ciertos pasajes y los malinterpreta. Por ejemplo dicen: “No juzguéis para que no seáis juzgados”. Con esto insinúan que no debemos juzgar a nadie. Pero ¿es esto lo que la Biblia dice?

Mateo 7:1-5

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

El pasaje empieza diciendo que no juzguemos para que no seamos juzgados. Continua diciendo que seremos juzgados con la misma medida que juzgamos a otros, por lo que debemos pensar bien antes de juzgar a otros.

Proverbios 30:8-17 (La Biblia Reina-Valera)

8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan que he menester;

9 No sea que me harte, y te niegue, y diga, ¿Quién es Jehová? O no sea que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.

10 No acuses al siervo ante su señor, Porque no te maldiga, y peques.

11 Hay generación que maldice á su padre, Y á su madre no bendice.

12 Hay generación limpia en su opinión, Si bien no se ha limpiado su inmundicia.

13 Hay generación cuyos ojos son altivos, Y cuyos párpados son alzados.

14 Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar á los pobres de la tierra, y de entre los hombres á los menesterosos.

15 La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman, Trae, trae. Tres cosas hay que nunca se hartan; Aun la cuarta nunca dice, Basta:

16 El sepulcro, y la matriz estéril, La tierra no harta de aguas, Y el fuego que jamás dice, Basta.

17 El ojo que escarnece á su padre, Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos lo saquen de la arroyada, Y tráguenlo los hijos del águila.